El chino (The young master) de 1980



"El chino" es una magnífica película de la vieja escuela del cine de artes marciales.

Con "vieja escuela" me refiero a la era pre Chuck Norris, Jean Claude Van Damme, Steven Seagal, Michael Dudikoff, Dolph Lundgren y otros muchos muñequitos que triunfaron a partir de los años 80 y cuyas películas, producidas por la Cannon Group eran realmente malas, pero que los fans del cine de serie B de videoclub no podíamos evitar alquilar.

El cine de la vieja escuela de cine asiático de artes marciales es lo que yo clasifico como Eastern. Si el cine del oeste va de vaqueros y pistoleros que se lían a tiros, el espaguetti western lo mismo pero sucio, muy sucio, y todo muy exagerado, donde todo el mundo cabalga que te cagas y dispara con gran puntería, el Eastern sería el genero cinematográfico hecho en oriente y donde el elemento estrella son las peleas de kung fu: cualquier excusa es buena para pelear y todo el mundo sabe hacerlo muy bien. 

Curiosamente, en el cine para adultos ocurre exactamente lo mismo pero cambiando las peleas por otras cosas y esto se podría extrapolar a los demás géneros cinematográficos. Algún estudioso del cine ya habrá escrito sobre los elementos distintivos de cada género.

"El chino" es una comedia de acción, mejor dicho, una peli de kung fu con mucha comedia y una gran pelea al final.

Pelean Jackie Chan y
WHANG ING-SIK, un viejo de 40 años que maneja la zurda como nadie. Además es un experto en hapkido. Se puede apreciar su dominio de las técnicas de control en la lucha final, vemos ikio, nikio, sankio, kuzure, kote gaeshi, ude garami, ude gatame, mune gatame, controles de todo tipo, todas las técnicas una tras otra con una ejecución impecable.
 

El veterano demuestra una superioridad total en el combate sobre el joven al poder realizar estas técnicas de control, que no son sino la manifestación de un dominio total de las artes de combate a mano desnuda. 

Es el afán de tortura y la soberbia lo que pierde al veterano, lo que unido al doping con que se encuentra accidentalmente el joven (se droga con tabaco y deja de sentir los golpes de su oponente, actúa hiperexcitado), supone decantar finalmente la balanza a favor de éste. 




 


Ver esta escena es ver un bonito compendio de Chin Na en movimiento, véase el libro del Dr. Yang Analysis of Shaolin Chin na.

El humor es pueril (pis, toques gays) y te saca una sonrisa. Las escenas de lucha son divertidas y puro espectáculo.

Esta película, junto con El maestro borracho y demás películas de finales de los  años 70 y principios de los 80, son las que nos hicieron aficionados a Jackie Chan antes de que se diera a conocer a las masas con Hora punta, Shanghai kid y demás tontunas hechas en Hollywood.

Qué pena que parezca que no se hacen películas como las de antes...







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